jueves, 16 de septiembre de 2010

sorlaidysvocacional: La fuerza de una oracion

LA FUERZA DE LA ORACION
Sor Laidys A. Peguero Rodríguez HCCS
(arzobisprensa@hotmail.com)

Una alegre niña jugaba con su muñeca preferida, disfrutaba guiada por su imaginación, creando ambientes y escenas en el jardín de su casa. En un momento de profunda acción, su muñeca, la preferida, cayó al fondo de un pozo pequeño que decoraba el jardín, toda su alegría se convirtió en profundo pesar, pero ella decidió luchar para recuperar su muñeca, y se colocó acostada, mirando hacia la profundidad del pozo; justo allí, en el fondo estaba su muñeca, ella trataba de estirarse, pero no lograba alcanzarla. Al ver que sus esfuerzos eran inútiles, lo que antes fueron risas se convirtieron en abundantes lágrimas y dolor.

Recordaba mientras miraba hacia el fondo, todo lo bueno y lindo que era tener consigo su muñeca, entonces comenzó a pensar en su papá, él cada vez que ella le pedía algo se lo concedía, se estiró un poco con ese pensamiento en la mente, pero no pudo alcanzar su muñeca, pensó también en su tío Andrés, él le había dicho un día, pídeme lo que quieras, y la respuesta a su petición fue la hermosa muñeca que yacía en el fondo del pozo ahora, pero por más que se estiraba no lograba agarrarla, por último pensó en su madre, ella cuando tenía cualquier situación en la cocina, llamaba “al Dios de la vida” y decía: “Dios de la vida ayúdame” fue cuando la niña se dijo para sí: “Dios de la vida ayúdame a alcanzar mi muñeca preferida” se estiró, y nada, gritó con más fuerza: “Dios de la vida te pido que me ayudes a alcanzar mi muñeca preferida” se estiró un poco más y casi se cae al fondo del pozo. Entonces sin fuerzas pronta a perder la esperanza, respiró profundamente, pasaron por su mente muchos pensamientos de momentos vividos con su hermosa muñeca, y gritó desde la profundidad de su alma: “Dios de la vida tu sabes lo que significa para mi esta muñeca, ella me acompaña cuando mi mami y mi papi no están, si es tu voluntad y está en tu deseo, ayúdame por favor a alcanzarla, entonces una fuerza que le recordó a su padre cuando la cargaba en sus brazos, la envolvió y estirándose, agarro su muñeca y la sacó del pozo, la sostuvo fuerte y le dijo: “Gracias Dios de la vida por devolverme mi muñeca preferida”.

¡A ti! Estás a un paso de recibir tu bendición, exprésale a Dios, con todo tu ser el deseo de tu corazón, haz algunos esfuerzos y espera con fe la respuesta, luego da gracias por la acción de Dios, pero recuerda pedir lo que es voluntad de Dios para ti, que siempre será lo mejor y lo que te dará la plena felicidad.

La autora es Religiosa Sanchina.

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