domingo, 3 de octubre de 2010

sorlaidysvocacional: El último día


El ultimo día


La vida es un regalo de Dios, regalo que a veces no sabemos aprovechar y al que no le damos su verdadero valor. Muchos hombres y mujeres se esfuerzan cada día por adquirir los bienes para vivir, pero la vida verdadera no la viven y por sus tantas ocupaciones, falta de descanso o recreación, vienen las enfermedades, el estrés y entonces los bienes que tanto esfuerzo costaron no duran, ni son suficientes. Cuantos son los que han descuidado su familia, y a los seres que aman por buscar bienestar, pero no logran más que desilusión, desamor, y alejamiento. Hoy yo te invito a vivir cada día como si fuera el último, a dar lo mejor de ti en cada cosa, a descubrir que una palabra vale mucho más si la dices con el corazón.
Despierta cada día con una nueva actitud, dale a Dios las gracias por el regalo del amanecer, es un milagro tan lindo el de ver un nuevo día, el poder abrir los ojos a una nueva experiencia. Si cada día lo vivimos con esa actitud seremos más felices. Si supieras que hoy es tu ultimo día de vida ¿Qué harías? Tal vez serias más condescendiente con los que no hacen las cosas como tu las harías, tal vez darías una sonrisa, un buenos días, un lo siento, quizás te enfadarías menos, con seguridad no permitirías que la ira hinche tu corazón, puede ser que si supieras que hoy es tu último día, le dirías a los tuyos cuanto los amas, te tomarías un momento para llamar a alguien a quien quizás no le has dicho lo que significa para ti, si hoy fuera tu ultimo día, darías oportunidad a que de tu corazón salieran buenos sentimientos, te darías la oportunidad de perdonar, de esperar, de amar. Si hoy fuera tu último día, dime: ¿qué harías?
Un joven tenía la seguridad de que su padre no lo amaba, pues desde niño le había maltratado, porque él no era diestro en los deportes, específicamente en béisbol, por más que siempre se esforzó, este joven no logró aprender el deporte que a su padre le hubiera gustado que aprendiera, nunca se atrevió a acercarse a su padre y decirle que no le gustaba la pelota, tampoco fue capaz de preguntarle porque era tan importante que fuera pelotero, si el joven consideraba que ser su hijo era el mayor regalo, este joven amaba a su padre pero jamás se lo dijo, de seguro su padre lo amaba también, pero no fue capaz de olvidar su deseo de que su hijo fuera un gran pelotero, y simplemente conformarse con lo que el muchacho había logrado. Un Día llamaron al joven para decirle que su padre había tenido un accidente y que estaba muy mal, por más que corrió no pudo llegar a tiempo para decirle cuanto lo amaba.
Este quizás no es tu caso, pero si fuera tu último día ¿Qué harías?

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